19 marzo, 2012

La contaminación acústica

Entendemos por contaminación acústica al exceso de sonido que altera las condiciones normales del ambiente en una determinada zona. Este sonido se convierte en ruido, desagradable para nuestro oído, que incluso nos puede producir reacciones negativas como el dolor de cabeza, pitido en los oídos, etc. Por lo tanto, nuestra calidad de vida disminuye cuando estemos un entorno en el que se produzca dicho suceso.




Las causas por las que se produce la contaminación acústica son aquellas relacionadas con las actividades humanas como el transporte (tráfico) música de locales de ocio, aviones, etc.



-Según fuentes de organismos internacionales, corremos el riesgo de ir perdiendo nuestra capacidad auditiva, así como la aparición de trastornos ya sean psicológicos o fisiológicos. 
-Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), considera los 70 dB (decibelios) como el límite superior deseable.
-En España, se establece como 'nivel de confort acústico' los 55 dB. Por encima de este nivel, el sonido resulta dañino para el descanso y la comunicación.


DIFERENTES EFECTOS PSICOLÓGICOS Y FISIOLÓGICOS:

FISIOLÓGICOS:

  1. A más de 60 dB:
    1. Dilatación de las pupilas y parpadeo acelerado.
    2. Agitación respiratoria, aceleración del pulso y taquicardias.
    3. Aumento de la presión arterial y dolor de cabeza.
    4. Menor irrigación sanguínea y mayor actividad muscular. Los músculos se ponen tensos y dolorosos, sobre todo los del cuello y espalda.
  2. A más de 85 dB:
    1. Disminución de la secreción gástricagastritis o colitis.
    2. Aumento del colesterol y de los triglicéridos, con el consiguiente riesgo cardiovascular. En enfermos con problemas cardiovasculares, arteriosclerosis o problemas coronarios, los ruidos fuertes y súbitos pueden llegar a causar hasta un infarto.
    3. Aumenta la glucosa en sangre. En los enfermos de diabetes, la elevación de la glucemia de manera continuada puede ocasionar complicaciones médicas a largo plazo.


PSICOLÓLICOS:


  1. Insomnio y dificultad para conciliar el sueño.
  2. Fatiga.
  3. Sodomía inducida por vía auditiva.
  4. Estrés (por el aumento de las hormonas relacionadas con el estrés como la adrenalina). Depresión y ansiedad.
  5. Irritabilidad y agresividad.
  6. Histeria y neurosis.
  7. Aislamiento social.
  8. Falta de deseo sexual o inhibición sexual.

Fuente-Wikipedia

Ainoa Quiñones García ~

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